martes, 15 de noviembre de 2011

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. La iconografía del Señor (I)

A modo de resumen, vamos a ir conociendo las distintas variaciones que ha tenido el paso del Señor en su día procesional. Desde la propia morfología del Cristo, hasta las andas, pasando por las figuras secundarias y demás elementos. El primer capítulo corresponde a la efigie del Señor, que se ha ido a adaptando a determinados momentos de la Pasión según las necesidades del misterio.

Nuestro Padre Jesús de las Cadenas es una advocación alegórica, propia de los Padres Mercedarios, representa a un cautivo sedente y extenuado con grilletes en los pies. Jesucristo en su Pasión nunca fue encadenado, nos sugiere pues, uno de los fines de la Orden Mercedaria: los rescates a cristianos presos en el norte de África. El culto al Cristo en el templo mercedario onubense se remonta a 1657.
Pero es a partir de la exclaustración de Mendizábal, cuando tenemos noticias del Señor en la Congregación Servita de María Stma de los Dolores. Si bien la titular mariana efectuó su primera salida procesional en 1792, de la del Señor no conocemos fecha exacta. Nos movemos en una horquilla temporal que va desde el mismo 1792, hasta 1862, en que se levanta inventario de los pasos y ya figura el del Señor. En efecto el Señor ya procesionaba con los Servitas desde mucho antes de 1862 y aún así podemos reducir el intervalo, ya que desde al menos 1842, la Cofradía se encontraba disuelta. Textualmente, en las actas del inventario se nos dice: "Señor con el título de las Cadenas (...) sus manos iban atadas con una soga de seis varas de cáñamo dorada, e iba amarrado con una cadena con grilletes de lata, pintada en purpurina de hierro". No se nos habla en ningún momento de columna, aunque seguramente no tardó en incorporarse.

Ya con la documentación gráfica, adivinamos que el Redentor es vestido con rico sudario en tisú y estrena corona de plata para 1914. Desde principios del S.XX hasta casi finales de dicho siglo, sería siempre la misma configuración. La columna fue a la espalda del Señor y posteriormente a su costado derecho, para volver a cambiarse al lado siniestro. Como el Cristo no estaba sujeto al pedestal, esto hacía que mirara al frente en vez de a un lado. Se restaura en 1983 y es despojado de atributos tradicionales, tales como el sudario de tela y la corona de espinas. Ocasionalmente, en cultos, vuelve a lucir la corona, pero procesionalmente sólo se acompaña de la columna. Es, en el Besapiés de 2004, cuando vuelve la corona de espinas de una manera ya casi permanente en el altar y en las salidas, además de la caña y de la clámide, que llevará a partir de 2006 en cada Jueves Santo. La columna, desde 2005, es situada en la trasera del misterio, para dar así mayor protagonismo al Cristo y definir más claramente la burla de la soldadesca romana, que es el momento de la Pasión que representa el Señor cada Jueves Santo. 364 días al año la alegoría mercedaria, un día -el Jueves Santo- la burla.


Con sudario y corona de espinas, instantes previos a la subida del paso.

Tras la eliminación de postizos, sólo con las potencias.

Por primera vez con clámide y caña.


En los últimos tiempos la columna también se eliminó del altar, dando mayor realce al Señor.

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